En esta ocasión me detengo ante un gesto noble de Wilfred Tsonga, el tenista galo se da cuenta que una recogepelotas está dolorida. No se aprecia pero en la jugada anterior la joven había recibido un serio pelotazo.
Tsonga no lo duda, para el partido y como buen caballero la acompaña para que la atiendan los servicios médicos.
¡Bien crack!
